
Por lo tanto, el objetivo es claro: conseguir la neutralidad climática en todo el continente en 2050 y para ello existen varios planes. Uno de ellos es la normativa Euro 7 que impone medidas de emisiones contaminantes y límites a todos los vehículos. Se espera que entre en vigor finalmente en 2027.
Al mismo tiempo, se sabe que para 2035 se quiere eliminar la fabricación de vehículos con motores térmicos, incluyendo los de motorización híbrida con el objetivo de que todo lo que se produzca sea 0 emisiones.
Sin embargo, hay una normativa que se ha endurecido desde el 1 de enero de 2025: la normativa CAFE. Una normativa que ataca específicamente a las emisiones de CO2 y que trae de cabeza a los fabricantes de vehículos con nuevas medidas restrictivas que a buen seguro supondrá un desafío para las marcas.
¿Qué es la normativa CAFE?
Aunque pueda sonar a nuevo, lo cierto es que la normativa CAFE lleva casi 20 años instaurada en el sector del automóvil, solo que es ahora cuando ha empezado a estar en boca de todos en previsión de lo que sucederá a lo largo de este 2025.
En los próximos años, las marcas estarán obligadas a asegurar que el promedio de emisiones de sus vehículos entre 2025 y 2027 no exceda los 93,6 gramos de CO₂ por kilómetro. En la actualidad, el tope es de 115,1 gramos, lo que implica un desafío importante para el sector.

¿A qué sanciones se enfrentan las marcas con la normativa CAFE?
Las sanciones son verdaderamente duras. Los fabricantes que superen su límite específico de emisiones en la comercialización de vehículos nuevos deberán abonar una penalización de 95 euros por cada gramo adicional de CO₂ emitido por kilómetro. Para calcular el importe total de la multa, será necesario multiplicar el excedente por gramo sobre el objetivo, por la cantidad total de unidades vendidas y luego por 95.
Como consecuencia de estas medidas, los fabricantes se están replanteando sus estrategias para evitar más sanciones que puedan comprometer la rentabilidad anual. Entre ellas está vender un número de vehículos eléctricos mucho mayor que hasta ahora.
En palabras del CEO de Renault y jefe de la patronal de fabricantes europea (ACEA), Luca de Meo “los fabricantes europeos podrían tener que renunciar a la producción de 2,5 millones de coches de combustión para cumplir con los objetivos climáticos”.
¿Cómo pueden evitar multas los fabricantes?
Este 2025 se estima que se pierdan aproximadamente 15.000 millones de euros. El motivo es claro: no se venden tantos vehículos eléctricos como los de combustión, que siguen teniendo una elevada cuota de mercado.
A día de hoy, los fabricantes solo piden una cosa: una flexibilización urgente de la normativa CAFE en emisiones. Ya sea en una reducción de las multas o calculando los objetivos a 5 años vista.
Ante este panorama tan poco alentador, los fabricantes han agudizado el ingenio en vías de encontrar soluciones.
Una de ellas es optar por "compensar" sus emisiones mediante la formación de agrupaciones con otros fabricantes o adquiriendo créditos de carbono de empresas que superan ampliamente los objetivos establecidos, como Tesla, BYD o Volvo.
Otra de las soluciones pasa por ofrecer importantes descuentos a aquellos clientes que quieran adquirir un vehículo eléctrico, lo que permitirá reducir los niveles de emisiones o, por el contrario, aumentar el precio de los vehículos de combustión.
No cabe duda de que el sector estima una subida en los precios de los automóviles para este 2025. Dicha subida podría provocar la desaparición de modelos del segmento A y B, que dejarían de ser rentables para las marcas.

El camino hacia un futuro más limpio ha comenzado
La normativa CAFE en 2025 no solo es un desafío para los fabricantes, sino también una oportunidad para acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible. Aunque supone un esfuerzo económico y logístico importante, también está impulsando la innovación en el sector.
Para los consumidores que están pensando en comprar un coche eléctrico, esta normativa es una gran noticia. De cara a este año, encontrarán una oferta más amplia, tecnologías avanzadas y mejores ayudas para hacer realidad su apuesta por la movilidad limpia. El futuro está en marcha y es eléctrico.