
¿Sabías que el mantenimiento de un coche eléctrico puede ser hasta un 45% más económico y sencillo que el de un vehículo de combustión? La revolución eléctrica está transformando la manera de entender la movilidad, pero aún existen dudas sobre cómo cuidar estos vehículos innovadores y muchas personas temen “lo desconocido” de la tecnología eléctrica.
Aspectos a tener en cuenta en el mantenimiento de un coche eléctrico
Los vehículos eléctricos cuentan con una tecnología bastante simple, ya que no hay una gran cantidad de piezas que compongan su motor o se muevan produciendo un desgaste, como sí sucede con los vehículos de combustión. Por ello, se reducen considerablemente las operaciones de mantenimiento, como por ejemplo:
- Los vehículos eléctricos carecen de caja de cambios, embrague y pedal, por lo que nunca tendrías problemas en ese sentido.
- Tampoco tiene motor por lo que no necesita cambios de aceite.
- No cuentan con correa de distribución, ni elementos como la válvula EGR, el filtro de partículas o el catalizador.
¿Cuál es el mantenimiento de un coche eléctrico?
A pesar de su sencillez, existen algunos elementos de un EV que necesitan llevar un control periódico. Estos elementos son:
- Neumáticos: los neumáticos de un vehículo eléctrico pueden ser más específicos para optimizar la resistencia a la rodadura. Al tener una menor resistencia, se traduce en una mayor eficiencia energética. Como cualquier coche, el mantenimiento de los neumáticos es clave para la seguridad y el ahorro de combustible. Hay que vigilar la presión al menos una vez al mes y comprobar que no hay arañazos o desgaste excesivo.
- Frenos: ¿Sabías que los frenos de un coche eléctrico se gastan menos que los de un coche de combustión? Esto se produce porque el motor eléctrico y la frenada regenerativa ayudan a parar el coche, suponiendo un menor desgaste de pastillas y líquidos. Por ello, los frenos de un EV requieren menor mantenimiento que un modelo de gasolina.
- Líquidos: este tipo de vehículos cuenta con tres líquidos principales: refrigerante, de frenos y limpiaparabrisas. Todos han de ser revisados y sustituidos en el periodo que estipule el fabricante.
- Escobillas limpiaparabrisas: como todo vehículo, no puedes olvidarte de revisar las escobillas al menos dos veces al año.
- Filtro de habitáculo: este filtro debe ser reemplazado cada 30.000 km o cada dos años. De esta manera, podrás respirar aire fresco y libre de impurezas.
- Batería 12 voltios: podemos encontrarlas en cualquier vehículo convencional y en los eléctricos no iba a ser menos. Las baterías de 12 voltios necesitan el mismo mantenimiento que los vehículos de combustión:
- Amortiguadores: mismos cuidados que un coche convencional.
¿Qué hay de diferente en el mantenimiento de un coche eléctrico?
Pues es bien sencillo. Existen algunos elementos de los EV que los coches de combustión carecen y estos necesitan un mantenimiento:
- Batería de alta capacidad: no requiere de un mantenimiento muy específico, pero sí conviene revisar su estado regularmente y en un taller especializado.
- Cable de carga: el cable debe estar en perfecto estado, limpio y seco, procurando que no se moje cuando esté cargando. Se recomienda que se revise una vez al año.
- Electrónica de potencia: durante las revisiones periódicas del coche eléctrico, se comprueban las conexiones eléctricas, el aislamiento de los cables, el motor y la batería. Se trata de una operación que tiene que realizar un profesional especializado, por lo que es importante que lo lleves a un taller oficial.
¿Cuánto cuesta el mantenimiento de un coche eléctrico?
Desde enMarcha no podemos decirte una cifra exacta, ya que el coste puede variar dependiendo del modelo y del uso que se le dé al vehículo, pero como norma general es un 28-30 %
Los factores que influyen son:
- Periodicidad de revisiones: los eléctricos cuentan con una mayor autonomía, por lo que las revisiones periódicas son necesarias pasado el tiempo, cada dos años, por ejemplo el grupo Volkswagen o a partir de 30.000 km recorridos, salvo en modelos como el Audi e-tron
- Piezas que sustituir: al tener un número reducido de piezas, se reduce considerablemente la necesidad de reparaciones y reemplazos frecuentes.
- Costes de los servicios: aunque existen gastos asociados con el mantenimiento de la batería y los sistemas eléctricos, estos son como norma general menores en comparación con los costes de mantenimiento de un coche de combustión.
El mantenimiento eléctrico, garantía de ahorro y confianza
El mantenimiento de un coche eléctrico está diseñado para aportar tranquilidad, eficiencia y ahorro al usuario, ofreciendo una experiencia notablemente más sencilla que la de los automóviles tradicionales.
La reducción de piezas móviles y la ausencia de elementos como el embrague o la caja de cambios generan menos averías y menor necesidad de intervenciones, mientras que componentes clave como la batería, sistemas eléctricos y de frenada solo requieren revisiones periódicas y ciertos cuidados básicos.
Desde enMarcha, te animamos a seguir las recomendaciones de los fabricantes, acudir a talleres certificados y prestar especial atención a la batería y sistema eléctrico; son las mejores garantías para disfrutar al máximo de un coche eficiente, fiable y sostenible, construyendo así una movilidad más inteligente y responsable.









