El Dacia Hipster Concept rompe los códigos del diseño automovilístico para dar forma a una visión alternativa de la movilidad eléctrica, centrada en lo esencial: accesibilidad, sostenibilidad y practicidad.
El modelo parte de una hoja en blanco con una ambición clara: crear el vehículo eléctrico popular del futuro. Con este prototipo, Dacia busca poner la movilidad eléctrica al alcance de todos, manteniendo su filosofía de ofrecer lo justo y necesario a un precio asequible.
Según Romain Gauvin, responsable de diseño avanzado de la marca, “este es el proyecto más auténticamente Dacia en el que he trabajado. Tiene el mismo impacto social que tuvo el Logan hace 20 años. Se trata de inventar algo que aún no existe”.
Compacto, funcional y eficiente
Con solo 3 metros de largo, 1,53 de alto y 1,55 de ancho, el Hipster Concept ofrece cuatro plazas reales y un maletero modular de 70 a 500 litros, lo que lo convierte en un modelo único en el mercado actual.
Es un 20% más ligero que el Dacia Spring, lo que se traduce en menor consumo energético y reducción de materiales y emisiones en su fabricación. Gracias a este enfoque “eco-smart”, Dacia pretende reducir a la mitad la huella de carbono del vehículo durante todo su ciclo de vida.
El modelo ha sido concebido para cubrir las necesidades reales del día a día, tanto en ciudad como en trayectos periurbanos o rurales. Dacia estima que bastarán dos recargas semanales para cubrir el uso medio, teniendo en cuenta que el 94% de los conductores europeos recorre menos de 40 km al día.
Diseño exterior: sencillez y robustez
El Dacia Hipster Concept adopta un estilo claro y fácilmente reconocible, fiel al principio de “lo esencial, nada superfluo”. Su carrocería se asienta sobre las ruedas situadas en las cuatro esquinas, eliminando los voladizos y transmitiendo una imagen de solidez y estabilidad.
El frontal, de líneas horizontales y faros minimalistas, refuerza su aspecto sencillo y moderno. En la parte trasera, el portón ocupa todo el ancho del vehículo y se abre en dos partes para un acceso cómodo al maletero.
En línea con el enfoque design to cost, las luces traseras están integradas tras la ventanilla, reduciendo costes y materiales. Además, el vehículo cuenta con protecciones laterales de Starkle®, un material reciclado desarrollado por Dacia, y paragolpes tintados en masa, eliminando la necesidad de pintura adicional.
Incluso los tiradores de las puertas han sido sustituidos por correas ligeras y económicas, sin perder funcionalidad.
Interior: más espacio del que aparenta
El interior del Hipster Concept maximiza el espacio gracias a su diseño cúbico y acristalamiento vertical. Su habitáculo, bañado por la luz del techo parcialmente transparente, ofrece comodidad para cuatro adultos y una posición de conducción equivalente a la del Dacia Sandero.
Los asientos combinan una estructura visible con tejidos técnicos ligeros. Los delanteros forman una banqueta continua, evocando los coches populares del pasado, mientras que los reposacabezas perforados y los materiales ligeros contribuyen a reducir el peso total del conjunto.
El maletero puede ampliarse fácilmente gracias a la banqueta trasera abatible, y el interior incluye 11 puntos de anclaje YouClip®, que permiten personalizar el habitáculo con accesorios modulares: portavasos, lámparas, altavoces o reposabrazos.
Conectividad inteligente y práctica
Fiel al principio BYOD (Bring Your Own Device), el Dacia Hipster Concept utiliza el smartphone como núcleo digital del vehículo.
El teléfono móvil actúa como llave digital para abrir y arrancar el coche, y también como pantalla multimedia al colocarlo en la base de acoplamiento del salpicadero. Además, puede conectarse a un altavoz Bluetooth portátil compatible con YouClip®, que funciona como sistema de sonido.
Una nueva referencia en movilidad accesible
Con el Hipster Concept, Dacia busca redefinir la movilidad eléctrica para un público que hoy no encuentra opciones realmente asequibles. La marca continúa así la línea iniciada con el Dacia Spring, el eléctrico más accesible del mercado europeo.
El reto ahora es mayor: reducir costes, consumo y emisiones sin renunciar a la funcionalidad ni al espíritu práctico que caracteriza a la marca.