Sí, mucho de lo dicho en la previa del Gran Premio de Italia hace una semana vale, letra por letra, para la del Gran Premio de los Países Bajos. De nuevo, estamos ante un circuito histórico. Tanto que se le apoda ‘la Catedral’ y su nombre ha estado asociado al Mundial de Motociclismo desde su primera edición de 1949, y sólo en 2020, por culpa de la pandemia, dejó de celebrarse. Assen, además, es de esos trazados que han sido talismán para Pecco Bagnaia en su etapa como uno de los dominadores de MotoGP. Los tres últimos trofeos de ganador de este gran premio reposan en sus vitrinas, cinco en total junto a los que obtuvo en Moto3 (2016) y Moto2 (2018).
Sin embargo, después del jarro de agua fría que supuso claudicar ante su parroquia, Bagnaia asume que, una semana después, es poco probable que dé con la solución al quebradero de cabeza que le persigue desde pretemporada: su escaso feeling con el tren delantero cuando decae el neumático. El italiano, de hecho, sólo apunta como objetivo a un genérico “volver a luchar por las primeras posiciones” en el comunicado de prensa previo del Ducati Lenovo Team.
Marc Márquez, en cambio, llega pletórico. Ganar en Mugello tuvo el efecto deseado y en Assen puede romper otra barrera más: lograr su tercera victoria consecutiva, algo que no se ha dado en todo lo que llevamos de temporada. No gana en Assen desde 2018 y tampoco es de los circuitos que se adapten a su estilo de pilotaje, pero con el líder en un estado de forma como el actual y perfectamente adaptado a la Ducati, cualquiera de sus rivales firmaría evitar un nuevo pleno de puntos este fin de semana.
Entre ellos Álex Márquez, que llega segundo de la provisional a 40 puntos de Marc y con 70 ya de ventaja sobre Bagnaia. Ganó en Assen en 2014, el año en que se proclamó campeón de Moto3, y con ese precedente y el dato de llevar seis podios en nueve carreras celebradas (con el único cero en Le Mans), tiene ganada a pulso su posición de principal adversario de su hermano.
En este rápido circuito, KTM y Aprilia deberían confirmar los pasos adelante logrados en esta fase del campeonato, si bien en los Países Bajos podrían darse unas temperaturas más bajas que en Mugello. Honda contará con un refuerzo: Aleix Espargaró, que ocupará el lugar del lesionado Luca Marini.
Todos pendientes de Quiles
Moto2 también va a poner a prueba la solidez de Manuel González como mandamás de la categoría de plata. A pesar de ser el único piloto con cuatro triunfos esta temporada –de hecho, el único que ha sido capaz de repetir en los nueve GGPP celebrados–, sus ceros de Austin y Silverstone le han impedido despegar en una clasificación en la que el valenciano Aarón Canet es segundo a nueve puntos. Por sus características, Assen también puede confirmar la evolución de Albert Arenas tras su podio de Mugello.
La superioridad en la categoría pequeña de José Antonio Rueda es tan grande que podría tomarse un respiro de un par de carreras, volver en la República Checa –dos GGPP después– y aún seguir al frente de la tabla de puntos. Y es que 56 puntos son muchos puntos, y el oficial de Red Bull KTM Ajo tampoco tiene a un único y claro rival por el título. Le siguen Ángel Piqueras y Álvaro Carpe, que fue segundo en Italia, pero quizá a quien más ha de vigilar es a Máximo Quiles.
El murciano tuvo que esperar al Gran Premio de las Américas para alcanzar la edad mínima y poder debutar en Moto3 y, a pesar de perderse Tailandia y Argentina y no puntuar en Qatar y España, ya es quinto. En los tres últimos grandes premios ha sido segundo en Silverstone y Motorland, y en Mugello logró su primera victoria mundialista.